Hace unos años montó el circo con el dictador chileno, a quien al menos incomodó durante un largo año obligándole a permanecer durante ese tiempo en una casita de la campiña inglesa. Reconozco que todo lo que fuese incomodar a aquel ser despreciable me producía cierto placer pero la cosa quedó en "na de na". Que ahora se ponga a solicitar el certificado del defunción de otros militares no menos despreciables que el anterior tiene toda la pinta de que terminará en algo parecido.
Por eso, y porque parece que empieza a especializarse en vender humo, Ruiz Soroa le proponía dos posibles lineas de actuación que, vistas las reacciones del ilustre y famoso juez madrileño, igual le gustan y nos monta un circo "guapo":
-Una va en la linea de la actuación de nuestros antepasados por las costas americanas desde hace unos 500 años mas o menos y que podría entenderse como constituyente de un delito de genocidio y crimen de lesa humanidad que nunca puede prescribir, y que debe ser investigado. A tal efecto, puede solicitar que se aporte el certificado de defunción de Cristóbal Colón, los hermanos Pinzón, Rodrigo de Triana y la reina Isabel (llamada 'la católica'), para decidir a su vista lo procedente. Al mismo tiempo, podría declarar la responsabilidad civil solidaria del actual Reino de España por todos los daños causados, anunciando que puede adoptar medidas de embargo una vez cuantificados. De momento podría conformarse con la detención preventiva de todos los ciudadanos españoles que se encuentren en la jurisdicción venezolana mientras no presten fianza suficiente para responder de los daños reclamados.
-Paralelamente podría preparar la apertura de una nueva causa general por genocidio sistemático y universal contra la divinidad que, por una mezcla de mala intención y desidia continuada durante siglos, ha causado la muerte y sufrimiento de la mayoría de la Humanidad. A tal efecto, podría sopesar la posibilidad de imputar a los representantes locales de Dios en las personas del Papa de Roma, el Gran Mufti saudi y el rabino jefe de Jerusalem.
Suena ridículo, pero no mucho mas de algunos de los proyectos que realmente estamos leyendo en la prensa estos días.
El sabio Carrillo también considera esta iniciativa como poco afortunada, entre otras cosas porque en esta movida garzoniana a los antifranquistas nos puede salir el tiro por la culata.
Creo que habría medidas mas efectivas y positivas que las de empezar ahora a juzgar a Franco y sus secuaces. Hoy en día en este país está prohibido gritar "viva ETA", defender públicamente sus "hazañas", ser cargo público que defienda sus actividades, y en definitiva cualquiera que públicamente no está dispuesto a condenarla, está condenada al ostracismo público. ¿Por qué no hacemos lo mismo con "los otros" terroristas. Es decir, donde dije ETA, digo Franco.
La misma medicina para los mismos síntomas.
¡A lo mejos tenemos algún infiltrado en los parlamentos democráticos!