El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

viernes, 28 de noviembre de 2008

Los comentarios moderados

Comentó Hontza hace ya unas semanas, y en mi opinión, con muy buen criterio, el tema de la moderación de los comentarios en los blogs. Y decía:

Enrique Dans ha tomado la decisión de utilizar la moderación previa en los comentarios de su blog y ya ha avisado que borrará todo aquello que le disguste, no por disentir de sus opiniones, sino por ser insultante, ofensivo, maledicente, desagradable, etc.

Martin Varsavsky , sin especificar ninguna medida concreta, ha incluido un post en el que deja muy claro a quien quiere como comentarista y a quién no, y que no tendrá ningún reparo en "invitar" a estos últimos a abandonar su blog.

Microsiervos  ya hace casi tres años que decidió cerrar sus comentarios por motivos similares a los que plantea ahora Enrique Dans.

¿Estamos ante el fin del ideal de la libertad de expresión en los blogs?

Cree Hontza que no, que es una etapa lógica y necesaria para acabar con los excesos de una minoría que, amparándose en la libertad de opinión, se dedican a tocar las narices sin más objetivo que el de provocar y molestar y señala que los blogs deben evolucionar para conseguir que las conversaciones sean lo más reales, lo más personales que sea posible y eso pasa en primer lugar por erradicar el "ruido".

No puedo estar más de acuerdo con todo lo anterior. Y añadiría mas. La presentación como "anónimos" o con denominaciones que no permiten su identificación, en general, rebajan sensiblemente la validez de sus aportaciones. Cada vez hay menos motivos para escudarse en el anonimato y cada vez es mas frecuente el identificar anónimo con grosero y falta de valor para decir las cosas a la cara. 

Desde luego, siempre me he comprometido en este blog a publicar todas las opiniones que me llegan, coincidan o no con mis planteamientos, pero de la misma manera, desde el principio me he reservado el derecho de publicar aquellas entradas envueltas en el oscurantismo del autor.