... y que sea general y prolongada. ¡Que nos castiguen sin circo!. A lo mejor nos acostumbramos, les buscamos sustitutos y se van con su chulería y prepotencia al carajo.
Sería un buen momento para que algunos reflexionen y, si lo hacen y son consecuentes (¡Quizás sea mucho pedir!) dejen de idolatrar a todos estos jetas que salen en pantalón corto cada fin de semana a los estadios y que son idolatrados el resto de la semana como vacas sagradas.
Estrellas que ganan centenares de veces más que sus seguidores, que se rien de quienes confían en ellos, que dicen amar a su equipo, a su país y a su patria pero pagan sus impuestos en lugares especializados en grandes fortunas para poder evadir impuestos.
Habría que hacer público y notorio qué estrellitas pagan sus impuestos en los países de donde dicen ser y quienes dicen una cosa y hacen otra. (Dos ejemplos distintos: Rafa Nadal y Fernando Alonso).
Por otra parte resulta curioso que los que hayan puesto el grito en el cielo y hayan aparecido ante las cámaras como mas airados hayan sido curiosamente los presidentes de los clubes y no las estrellitas. Parece que los contratos estan firmados de tal manera que esta modificación en los impuestos repercutirá mas en los bolsillos de los clubes que en los de sus contratados, precisamente por la forma en que entre ambas partes tienen firmadas las clausulas.
Ellos verán como lo hacen. La modificación que se propone desde las haciendas públicas me parece razonable, e intentar esquivarlas, sigue pareciéndome de un morro indefendible. En definitiva, una muestra más de que en este país hemos vivido dentro de una burbuja de locura colectiva. Fardar de tener la mejor liga del mundo, porque se ha pagado a los jugadores como en ningún otro sitio, sin ser precisamente el mejor ni mas rico país del mundo, en algún momento tendrá que estallar. ¡Que les den!
