El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 14 de octubre de 2015

La cabra de los "lejías" se llama Pablo, mostrando así su pique con el "Coletas"

Paso firme y acelerado (163 zancadas por minuto; ahí queda la cosa); arremangados hasta las axilas y con caras de pocos amigos, como detectando olores non gratos a la pituitaria, los gastadores de la Legión han sido, un año más, los más aplaudidos y vitoreados por la concurrencia patria que se concentraba en el centro de Madrid para presenciar el desfile del llamado Día de la Hispanidad, donde también ha acudido a su cita del 12-O Pablo, nombre que este año ha recibido la cabra de “Los lejías”, y que, sin ataduras y a su libre albedrío, se ha comportado como una más entre los “novios de la muerte”. ¿Y por qué el nombre de Pablo y no Pablito, ya que el cabrito que ha desfilado apenas contaba con 11 meses de edad? ¿Buscaba la tropa norteafricana con este nombre criticar, mofarse o ridiculizar a alguien con el mismo seudónimo que el cabrón (masculino de cabra, según la RAE, pero que en el argot popular y literario suele sustituirse por el nombre de macho cabrío para no herir sensibilidades y evitar dardos filológicos y semánticos desde un punto de vista sincrónico o diacrónico)? Eso sí, el atuendo de Pablo carecía del “chapiri”, del ojo y de la mano, que en honor al fundador Millán Astray suelen lucir otros años los cabrones en sus alforjas.