La plaza del funicular de Archanda, en el barrio de Castaños,
con dos meses y medio de antelación
sobre la llegada prevista de "El salvador",
ya está adornada con ese "espíritu" navideño de lucecitas
e invitación al gasto y al consumo.
¡Qué pereza, señores!
Una cosa es que los trabajadores inicen con tiempo
sus labores y otra que, como sigamos así,
empiecen a poner lucecitas y horteradas varias
según lleguen de las vacaciones veraniegas.