No podemos permanecer indiferentes a las imágenes que llenan los periódicos. Imágenes como la de Aylan, un niño sirio de tres años ahogado en una playa de Turquía. Por desgracia, parece que solo imágenes tan desgarradoras como ésta, a las puertas de Europa, hacen que nuestros gobernantes tomen conciencia de la situación de miles de personas y que, por desgracia, no es ni mucho menos nueva.