Surgía esta pregunta en la sección del Arca de Noe del diario El Correo.
Respondo con otra pregunta :
¿Puede un árbitro de fútbol, que arbitra a quienes se dejan arbitrar, aceptan sus reglamentos voluntariamente y reconocen poder ser expulsados si diesen patadas en la espinilla a otros futbolistas, maltratar a los jugadores y reivindicar el derecho a seguir siendo árbitro?
Si aceptas voluntariamente las reglas del juego de una organización, las defiendes y ejerces de juez, no podrás incumplirlas gratuitamente.
Otra cosa es que no te gusten las reglas. Entonces ni ejerzas de juez, ni pertenezcas a un grupo cuyas obligaciones como miembro no te gustan.