El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 31 de marzo de 2020

El Parlamento vasco, pasado presente y futuro, pese a sus tres sombritas.

Hoy se cumplen 40 años de la primera reunión plenaria del Parlamento Vasco en el recinto de las Juntas en Gernika.

El aniversario lo vivimos en una situación de emergencia para el planeta, una situación que no sabemos muy bien si originada por un chino que se comió un murciélago o por una guerra bacteriolçogica no declarada y que nadie quiere reconocer en principio.  Evidentemente Euskadi, como parte evidente del planeta no puede declarar la "independentzia" en este tema  .. tampoco, y está condenada o felizmente sentenciada, según el punto de vista de unos u otros,  a compartir penurias y/o alegrias con los territorios vecinos.

Por aquellas fechas salíamos de una dictadura; teníamos un país arruinado económicamente y estabamos políticamente desvertebrados. Había que consolidar un sistema de libertades con una banda terrorista en sus "mejores" momentos y la esperanza de una Euskadi como la que hemos llegado a tener hasta hace un mes era casi impensable.

La constitución del Parlamento fue, sin duda, un grito y un símbolo de esperanza. Nos hemos podido desarrollar libremente como personas en una sociedad libre y altamente desarrollada. Y este "enemigo" que nos retiene en nuestras casas, más pronto que tarde, esperemos vencerlo de la misma manera que vencimos y superamos otros graves enemigos y situaciones en tiempo no tan lejano.

Y, además de todo lo dicho, solo tres sombritas, desde mi punto de vista, ensombrecen e impiden que este Parlamento se desarrolle en plenitud con todas las competencias propias de esta sociedad. Los tres pseudo parlamentitos de los denominados territorios históricos, solamente estimulados por el PNV por un lado y por otro,  los enemigos de que Euskadi tenga un único parlamento para toda la ciudadanía vasca y que, bajo el convencimiento del "divide y vencerás", apoyan descaradamente
, hasta ahora unidos bajo las siglas del PP, los provincialismos vascos o ese "sano regionalismo interno".