Lo de ayer en Francia me pareció patético.
Resulta que se obliga a la ciudadanía a estar en casa y, a la vez, se le invita a acudir a votar a unas elecciones que pueden ser perfectamente retrasadas sin causar mayor problema.
En Euskadi, con más razón aun, puesto que el Lehendakari había adelantado las elecciones porque creía que le venía mejor.
Dejense de excusitas y digan ya que el tema queda aplazado.