El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

lunes, 22 de enero de 2024

Tras un tímido acercamiento medio obligado
para aparentar ser amigos y compañeros de viaje,
y comprobar que los de Junts ni tienen ni quieren
compañeros de un viaje que el PNV no comparte,
el nuevo distanciamiento es cuestión de semanas.

 

El afán de Puigdemont de querer llevar a Sánchez al límite y jugar con la estabilidad de España, aparentando que le da lo mismo lo que pase en el resto del Estado mientras a ellos, a los de Junts, no al resto de Catanuña, a los de Junts les vaya bien.

Esa estrategia no puede ser compartida por un partido que pasa por aparentar mayor solidaridad bajo un interés claro de hacer durar a este Gobierno, que aunque no lo guste mucho, sabe y lo manifiesta que su alternativa es claramente peor. Lo cual no quiere decir que en Sabin Etxea no les temblará el pulso para dejar caer al Gobierno cuando mejor convenga a sus intereses y pueda pactar en mejores condiciones con Feijóo o su sucesor/a.

En puertas de las autonómicas vascas, y con Bildu más metida que nunca en su papel de socio responsable y nada ruidoso, al PNV no le conviene que se le relacione con la particular forma de negociar de Junts, a base de órdagos que se resuelven sobre la bocina, como en el vodevil de los tres decretos ley.

La gran prueba de "contigo o sin tí" será el próximo 9 de Junio, en las Europeas, donde la suma de votos a los dos les vendría bien aunque, por lo menos por aquí, hay mucho votante nacionalista que no quiere saber nada de los tejemanejes de Puigdemont y los suyos.