en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

lunes, 13 de octubre de 2008

Por una Euskadi gris

El gris es un color ambiguo ciertamente. Su impacto depende de cómo el individuo lo asocie. Para algunos, el gris, como un dia opaco y nublado, connota frustración y desesperanza. Para otros, en cambio, el gris es positivo, es un matrimonio de opuestos: negro y blanco. El gris significa en estos momentos equilibrio y soluciones de los conflictos.

Pues bien, en Euskadi, durante demasiado tiempo, hemos jugado al blanco o al negro, no dándonos cuenta de que estando como estamos todos los colores dentro, nada es blanco ni negro, y sí un conjunto amplio de matices de grises.

El color gris es una fusión de alegrías y penas, del bien y del mal. Da la impresión de frialdad metálica, pero también sensación de brillantez, lujo y elegancia, como por ejemplo, la que simbolizan el puente colgante o el Guggengeim, dos símbolos del País, dos ejemplos de unión, de mezcla y de confraternidad.

Dicen los magos que "no es en rigor posible separar totalmente los aspectos o polos positivo y negativo, no existiendo en consecuencia nada que pueda denominarse Magia Blanca o Magia Negra como lo entiende el vulgo. Existen, por lo tanto diversas tonalidades de Gris de acuerdo a la proporción de los polos siendo la integración total de los mismos, el punto donde ambos aspectos se encuentran equilibrados para formar la totalidad de la Unidad, la autentica Magia Gris donde todas las fuerzas se equilibran y se entregan al Mago en su forma más pura". Creo que en la politica vasca el tema también va por ahí.

Pero mirémoslo del lado positivo. A base de ilusiones perdidas nos vamos labrando una genuina experiencia de la vida, lo que para la gente de a pie, como usted y yo, es lo más cercano a la sabiduría y la experiencia. El gris es el color de la inteligencia (la sustancia gris), el de las eminencias que manejan el poder desde la sombra. 

Entonces, si pasamos de la simbología de los colores a las tácticas y estrategias de la política vasca, nos daremos cuenta que con alternativas blancas o negras ni hemos llegado ni llegaremos a ninguna parte, o al menos a ninguna  que se parezca a lo que buscamos la gran mayoría de los vascos y vascas con derecho a voto.

Y por si fuera poco, la actual crisis económica mundial nos obliga a dejarnos de monsergas y a responder con alternativas fuertes y ampliamente apoyadas por parte de la ciudadanía, algo que solo puede ocurrir si las dos grandes alternativas de este País, EAJ-PNV por un lado, y PSE-EE-PSOE por otro, aunan esfuerzos, acuerdan respuestas conjuntas y ofertan alternativas consensuadas para afrontar una situación claramente extraordinaria.

Estamos a punto de conmemorar el último gran acuerdo firmado y aplaudido en su día por la gran mayoría de la ciudadanía. Desde entonces nunca hemos conseguido aunar tantas voces ni tantas esperanzas. No estaría mal volverlo a intentar.

Si estas de acuerdo con esta propuesta, te invito a difundirla como consideres oportuno.