El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 2 de diciembre de 2008

Euskadi - Irán

Si las aguas vuelven a su cauce, si la administración deportiva vasca deja de mimar y favorecer a entidades privadas de la órbita radical y agarra la capacidad de decisión por los cuernos, si los jugadores reconocen que metieron la pata y se doblaron ante las exigencias de personas que atienden a intereses ajenos al fútbol y que ellos de eso no tienen que tener ninguna opinión oficial, si los radicales, en un momento de lucidez, son capaces de dar un paso atrás en su disparatada carrera hacia "enmierdar" todo lo que puedan. Si todos esos condicionantes se dan, y probablemente alguno mas, al final se jugará el partido de la selección de Euskadi contra Irán.

Y aquí es donde quería yo llegar. Porque si conseguimos que jueguen al futbol, que se supone que es de lo que se trata, a lo mejor, nuestros animados parkartalaris, a lo mejor podrían hacer una excepción y cambiar las "independentzia"s por mensajes en contra de la lapidación a las mujeres, algo, por cierto, bastante mas palpable. No son incompatibles, desde luego, pero sí supondría el que por una vez, todos los asistentes estarían de acuerdo en el mensaje político, además del deportivo,  a gritar. Todo el público de San Mamés de acuerdo con los mensajes extradeportivos que se escuchan en La Catedral. Sería un puntazo. ¿No?

Porque esta imagen no es parte de la prehistoria. No. La pasada semana el Tribunal Supremo iraní confirmó la pena de muerte por lapidación impuesta a una mujer culpable de adulterio en Shiraz, en el sur de Irán.

La propuesta, sinceramente, ¿no merece darle una vuelta?