Escuchar a un hombre de Franco, que ocupa actualmente un escaño en el senado, hablar de enganchar a los nacionalistas, dicho así, da un poco de miedo. Si luego te enteras que la voz balbuceante pertenece a Fraga, ese gran hijo de puta, te dan ganas de preguntarle al PP, que es el que le aguanta, le aúpa y le ríe las gracias, si cree que el nivel de su capacidad mental actual está al nivel de su prosodia, o no.
Si algunos creían que las cámaras parlamentarias se estaban librando de la presencia de los terroristas en los escaños, este es un claro ejemplo de que no.
Haga algo señor Basagoiti, y además de anunciar a los cuatro vientos su deseo de ser Lehendakari, algo que le honra pero como que no le veo, preocúpese un poco más de limpiar su casa de gentuza de ese calibre, porque, la verdad, que oír estas gilipolleces saliendo de sus filas, no creo que le ayuden mucho.