El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 17 de julio de 2013

Del “váyase señor González” al “váyase señor Rajoy”

Siempre creí en la frase de Óscar Wilde: “en la vida, cuando vayas adelantando a alguien, salúdale con respeto, porque te lo encontrarás al bajar”. A mi me ha ocurrido varias veces; quienes me hicieron la vida imposible, en algunos casos, luego dependieron de mi. No me ensañé porque la venganza es una ejecución que a mi no me motiva pasión.
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Estos días estoy disfrutando mucho con mi buena memoria. Me acuerdo del regreso de Baltasar Garzón a la Audiencia Nacional, después de su efímero paso por el PSOE. No consiguió su objetivo de ser ministro del Interior. Y en vista de su frustración, sacó del cajón de la Audiencia el sumario del secuestro de Segundo Marey, unos días antes de que prescribiera, para empitonar a sus competidores y compañeros del PSOE. Enemistad manifiesta.
Entonces, los que hoy empiezan a llamar “delincuente” a Luís Bárcenas, para negarle toda credibilidad, aplaudían con las orejas al policía Amedo. En todas estas tramas obscenas siempre hay un actor fijo: Pedro J. Ramírez. Se reunían Francisco Álvarez Cascos, el policía que sería condenado por homicidio en la trama GAL, y Pedro J. Ramírez, que unos años antes –la hemeroteca está disponible- alababa los asesinatos del GAL para salvar a España.