Mariano Rajoy se ha caracterizado por sus silencios en los momentos más difíciles. El caso Bárcenas no ha sido la única etapa en una dilatada carrera política significada por evitar dar respuestas en los momentos con más preguntas sobre la mesa.
Al presidente del Gobierno los críticos en el PP le apodan "el junco", por su capacidad de inmovilismo flexible. Rajoy ha llegado a comparecer antes los medios a través de una pantalla de plasma. Son habituales sus encuentros con periodistas sin derecho a preguntas y, en los últimos meses, el presidente y su equipo han repetido como un mantra las notas de prensa que redacta el equipo de Génova 13 cada vez que se avecina un problema.
El comunicado más polémico fue el emitido tras el encarcelamiento de Bárcenas. Solo 17 palabras que fueron repetidas hasta la saciedad por los dirigentes populares: “El Partido Popular manifesta, como ha hecho siempre, respeto a las decisiones judiciales en todos los procedimientos”.
Este jueves el PP ha bloqueado la celebración de la sesión de control prevista para el mes de julio. Se avecina un silencio de al menos dos meses. No será el primero.
Pero la situación requiere de explicaciones urgentes :