En efecto, en tiempos extraordinarios se necesitan medidas extraordinarias. ¿Cuándo hemos oído esto antes? Trump lanzó los típicos mensajes de la derecha tradicional: prometió frenar la inmigración ilegal con la construcción de un muro en la frontera con México, defendió el derecho a poseer y llevar armas, y contentó a los cristianos evangélicos. Tampoco faltaron los mensajes anticuados relativos a la necesidad de impulsar políticas de mano dura contra los delincuentes: "soy el candidato de la ley y el orden".
Si bien en el pasado Trump, de setenta años, ya había expresado estas ideas de forma incoherente y confusa en sus mítines, en esta ocasión lo hizo de una forma mucho más disciplinada, precisa y comedida. Y, por esta razón, oírlas fue todavía más escalofriante.