Uno tiene que reconocer que está hasta el gorro, y más allá, del "process català" y, sobre todo, como en muchos otros temas, del morbo y del tratamiento que da la prensa más "influyente" a las declaraciones de uno y otro cuando les ponen un micrófono en la boca.
Y, cuando uno cree que ya la capacidad de sorpresa de unos y otros ya no puede dar mucho de sí, nos encontramos con las declaraciones del señor Junqueras, quien ha debido manifestar, siempre según fuentes "habituales" y que no han sido desmentidas por sus partidarios, que se debe revisar su prisión preventiva porque él es un "hombre de paz" con convicciones religiosas.
No voy a dudar de las creencias de nadie, ni de su derecho a publicarlas a los cuatro vientos. Ahora bien, que un presunto político de izquierdas alegue o recuerde sus "creencias religiosas" para que su pena se vea atenuada, no dice, en mi opinión, nada a su favor, a no ser que se esté descojonando del jurado, y en ese caso, lo entendería, aunque no pueda compartirlo.
Y, cuando uno cree que ya la capacidad de sorpresa de unos y otros ya no puede dar mucho de sí, nos encontramos con las declaraciones del señor Junqueras, quien ha debido manifestar, siempre según fuentes "habituales" y que no han sido desmentidas por sus partidarios, que se debe revisar su prisión preventiva porque él es un "hombre de paz" con convicciones religiosas.
No voy a dudar de las creencias de nadie, ni de su derecho a publicarlas a los cuatro vientos. Ahora bien, que un presunto político de izquierdas alegue o recuerde sus "creencias religiosas" para que su pena se vea atenuada, no dice, en mi opinión, nada a su favor, a no ser que se esté descojonando del jurado, y en ese caso, lo entendería, aunque no pueda compartirlo.