La participación de Trump en el Foro de Davos ha sorprendido a una gran mayoría de gente que seguimos sus impertinencias y diarias declaraciones porque, es evidente, que ganó la presidencia con un discurso autártico, es decir, contra la globalización y el comercio internacional, y en cambio, se ha acercado a un foro, a un evento, que se reconoce mundialmente por, precisamente, abogar por la libre circulación de bienes y servicios, y ensalzar la desregulación, algo que no encaja con su "America first".
No voy a defender ni al personaje ni al foro en cuestión, pero me llama la atención la aparente contradicción entre ambos.
No voy a defender ni al personaje ni al foro en cuestión, pero me llama la atención la aparente contradicción entre ambos.