Con una demora digna de alarma social (casi nueve años hay entre el estallido del escándalo y las condenas), la justica acaba de dictar sentencia por el expolio del Palau de la Música y las mordidas cobradas por Convergència (CDC), el partido de Jordi Pujol y Artur Mas, a cambio de contratos de obras públicas firmados por los gobiernos de Pujol.
Me encantaría verles a todos en la carcel, pero prefiero que estén la mitad del ya escaso tiempo adjudicado y que se les obligue a entregar lo robado más intereses.