Iglesia en Pittsburgh, Pennsylvania. JASON COHN REUTERS) |
La pederastia es el mayor escándalo de la Iglesia católica durante el siglo XX y principios del XXI y el que más la desacredita.
No se trata de una enfermedad pasajera que afecte excepcionalmente a algunos de sus miembros, sino de un cáncer con metástasis que alcanza a todo el cuerpo eclesiástico: cardenales, obispos, sacerdotes, miembros de la Curia romana, de congregaciones religiosas, educadores en seminarios, noviciados y colegios religiosos, etc.
Quienes se presentaban como modelos de entrega a los demás, se entregaron, sí, pero a crímenes contra personas indefensas. Quienes se consideraban expertos en educación utilizaron su supuesta excelencia para abusar de los niños y adolescentes que los padres y las madres les confiaban. Quienes decían ser “guías de almas” para llevarlas al cielo por el camino de la salvación se dedicaban a mancillar sus cuerpos, anular sus mentes y pervertir sus conciencias.
Este artículo de Juan José Tamayo, director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Ignacio Ellacuría, de la Universidad Carlos III de Madrid. continúa en elpais.com/internacional/actualidad.