Decía Gabriel García Márquez que escribió Cien años de soledad para que la gente leyera El coronel no tiene quien le escriba. Era su novela favorita. Lo ha recordado en diferentes entrevistas el propio Imanol, quien hoy, antes de entrar al teatro se ha tomado un cafe donde yo estaba tomando una cervecita y ha revolucionado al personal. Hasta le han preguntado si al final se separa o no en su interminable serie televisiva.
“El coronel no tiene quien le escriba” cuenta la historia del viejo coronel y su mujer que viven en la miseria mientras esperan la carta del gobierno en la que le comuniquen la concesión de la pensión prometida por sus servicios durante la guerra. Pero esa carta nunca llega y mientras tanto la vieja pareja malvive en la pobreza alimentando a un gallo de pelea, que es su única esperanza de supervivencia.
A medida que avanza el tiempo y la carta sigue sin llegar, deberán enfrentarse a un dilema: alimentar al gallo o alimentarse ellos. La codicia del pueblo, la usura de los supuestos amigos, la fatalidad y estupidez de la guerra, se mezclan con la soledad del viejo coronel vencido por la vida pero al que aún le quedan dos tesoros: el amor de su mujer y la dignidad.
Una buena interpretación de una obra considerada entre las 100 mejores escritas en lengua española.
