en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

viernes, 17 de mayo de 2019

Puede que Josu Ternera no haya cambiado ni aprendido nada. Demostremos que nosotros sí.

Josu Ternera ha sido detenido; el etarra llevaba huido desde 2002 y, parece ser que, hasta ahora, ha sido imposible dar con su paradero. Sorprendente pero, parece ser, cierto. Su detención es algo que creo que todos los demócratas debemos celebrar. 
Desde que se fugó se ha disuelto ETA y el terror ha desaparecido del País Vasco y de toda España. Todos vivimos mucho mejor y podemos ver como sus "partidarios", poco a poco, muy poco a poco, van reciclándose y amoldándose a la vida democrática. 
Pero en Euskadi sigue habiendo partidarios de sus "hazañas", son gente que no se oculta, se rasgan sus vestiduras por la, en su opinión, detención "injusta" y ponen carteles para defender su "libertad", vuelven a manchar las paredes con pintadas como en los tiempos que creíamos ya superados, porque consideran que su ingreso en prisión es una "barricada" a la paz. Simplemente repugnante.
Y por otra parte, muchos dirán que sigue siendo el mismo y que tiene que pagar. Que toda la ley caiga sobre él. Que tiene cuentas con la justicia y deben ser resueltas. Que tenga cancer o tenga lo que tenga su final solo puede entenderse entre rejas. Entiendo el dolor y el odio que lo suele acompañar.  
Pero la justicia no debe odiar, solo debe juzgar. No con todo su peso, solo con el que es justo, porque la justicia pesa mucho. Puede que Josu Ternera no haya cambiado ni aprendido nada. Demostremos que nosotros sí.