Las donaciones de Amancio Ortega a la sanidad pública de costosos equipos para el tratamiento del cáncer las hace con el dinero que no paga a Hacienda y debería de estar en las arcas públicas.
Por eso, en mi opinión, no se trata de despreciar sus "caridades".
Las aceptes o no los que van a quedar de "puta madre" siempre son ellos.
Pero lo que hay que conseguir es que la Administración pueda comprarlos con el dinero de los impuestos que ellos deberían de pagar, significativamente más de lo que hoy en día aportan.
Pero lo que hay que conseguir es que la Administración pueda comprarlos con el dinero de los impuestos que ellos deberían de pagar, significativamente más de lo que hoy en día aportan.