Cualquier ciudadano que se pasee por la calle Mayor y alrededores creyendose ubicado en un país laico, puede sorprenderse con este monumento religioso en el que el Estado Español y la Iglesia Católica están intrinsicamente relacionados, un espacio de las Fuerzas Armadas del Estado.
Dentro, en el altar, las banderas de ambos estados.
¿Conseguiremos los que defendemos un estado láico real y verdadero que este tipo de relaciones "envenenadas" entre instituciones, se disuelvan en un estado aconfecional que defienda las entidades religiosas que acepten el estado democrático pero no se mezcle con ninguna de ellas?