El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

viernes, 1 de noviembre de 2019

Aunque estemos en Halloween, el fantasma de la Gran Coalición solo puede ser eso, un fantasma, porque sería el mejor regalo político de Pedro Sánchez a Quim Torra.

No podía faltar el espejismo de la Gran Coalición del PP con el PSOE a esta cita electoral del 10 de noviembre como nunca ha faltado en anteriores elecciones.
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Los teólogos de esta política ficción se sirven de Cataluña como argamasa de esa supuesta coalición del Partido Popular con el Partido Socialista. Si ello fuese cierto, nunca podría hacer un mejor regalo político Pedro Sánchez  a Quim Torra.

Ni Sánchez, ni Casado estarían dispuestos, por otra parte, a dejar todo el espacio de la oposición a Abascal e Iglesias, que serían los beneficiarios de este espejismo interesado.
Pese a que acabó el bipartidismo, no ha acabado la dualidad de dos grandes partidos, PSOE y PP. Dualidad no prevista, que plantea no pocos problemas a los cuatro nuevos partidosAsumir esta realidad o no asumirla es el problema. Ciudadanos se dirige ahora al infierno por negarla, Más País la ha asumido bien nada más nacer, Vox pugna por sustituirla y Podemos la niega tanto como la asume y la combate.
Pero quienes se niegan a ser cola de león y aspiran a ser algo más que cabeza de ratón, necesitan el sí de las urnas.