El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

jueves, 7 de noviembre de 2019

Y el finiquito al Concordato ... ¿Para cuándo?

El hasta ahora cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela./EFE
El ultraderechista cardenal ha vuelto a liderar un movimiento para que la Iglesia española vuelva a entrar en política, y dé criterios de voto a los católicos españoles para este 10N, puesto que, al parecer, más de una oveja descarriada necesita orientación de ultima hora.


Reconozco que tengo curiosidad por ver si en caso de hacerlo serían suficientemente valientes para reconocer sin tapujos su apuesta por la ultraderecha, la de Vox, financiada y avalada por grupos ultracatólicos como Hazte Oir, los kikos o el Opus Dei, y que cuenta con muchas simpatías entre los obispos españoles más conservadores, como ha demostrado la reciente exhumación de Franco y la reacción de los ultras contra Osoro (con pintadas en varias iglesias), ante el clamoroso silencio del Episcopado.


Hoy jueves en Madrid, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz –considerado por muchos el candidato de Rouco a presidir la Conferencia Episcopal en las elecciones que los obispos celebrarán en marzo– tratará de proponer, con el aval de varios prelados, entre  ellos el "vasco" Munilla, que el Episcopado lance una nota in extremis antes de las elecciones en la que se comente la libertad religiosa que, según este grupo de prelados, se vería amenazada con un nuevo Gobierno del PSOE, que ha vuelto a incluir la denuncia de los acuerdos Iglesia-Estado en su programa electoral, algo que no había hecho en las generales de abril.

Qué poco se ha hablado de esto en la campaña, de los acuerdos Estado-Iglesia Católica y de la necesidad de darlos por superados.