Ayer sábado, 9 de noviembre, celebramos 30 años del derrumbe del muro de la vergüenza; 160 kilómetros de doble pared construida unos quince años después de la derrota del III Reich.
Hoy treinta años más tarde votamos entre "ofertas políticas" que reivindican nuevos muros "económicos", "sociales" o "ideológicos" y otras ofertas que lo que quieren es terminan de tirar los diferentes muros que existen entre nosotros. La opción es clara.