El alto, el fuego en Gaza, que de momento parece estarse manteniendo no tiene detrás un proceso ni mecanismos para prevenir ataques y avances, israelíes, ni para forzar al ejército israelí a retirarse.
Mientras Trump habla del éxito del plan de paz, los israelíes mantienen los dedos en los gatillos de armas que siguen apuntadas a la población civil de Gaza. (martin.gak)

domingo, 10 de noviembre de 2019

Romancero Gitano. Arriaga.

Nuria Espert son como esos artistas flamencos que parecen hacer todo fácil, como quien respira, porque están bendecidos por el duende, y decir duende es decir Lorca, que siempre acude cuando alguien le pide ayuda en épocas turbias y mediocres.
Espert finge que lee, o lo contrario, que improvisa, pero está todo aprendidísimo, como esa primera persona que a veces parece ser la actriz contándonos cómo descubrió la poesía lorquiana, y a veces la voz de Lorca mismo, como si estuviera reunido en su cuarto con sus amigos.
Espert convoca también cuatro grandes ecos femeninos, cuatro mujeres solas: Marianita Pineda, Yerma, la madre de Bodas de sangre y doña Rosita, desfilando a ritmo de carrusel fantasma. Y la eterna, profunda soledad de Federico, el Federico aterrado que para cruzar la calle necesita cogerse del brazo de alguien, y hacer teatro porque “en el teatro todo se comparte”. 

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