Ayer fuí al museo a ver la exposición de Alice Neel.
El mismo día del aniversario del asesinato de manos de ETA
de un ertzaina que estaba trabajando en las inmediaciones
días antes de la inauguración.
Mi reacción fue hacerme, al día siguiente, tal día como hoy,
Amigo del Museo.
Es importante recordar todo.
Y seguir mirando de reojo a los que acompañaban a los asesinos
con sus apoyos o rechazos a condenarlos.
Desgraciadamente,
24 años después siguen siendo facilmente identificables.