Mariano Rajoy, cuando compareció rodeado de la plana mayor del PP en febrero de 2009 para negar la trama Gürtel. |
Primero, que el Partido Popular pagó en negro las obras de su sede, en la calle Génova: más de un millón de euros en efectivo, que sirvieron, entre otras cosas, para reformar la sala de prensa desde la que Mariano Rajoy aseguró, en 2009: "Esto no es una trama del PP, es una trama contra el PP".
Segundo, que ese dinero negro llegó al partido como llegó: con donativos ilegales, en fajos de billetes que varias grandes empresas y constructoras pagaron al PP.
Tercero, la sentencia da por buena esa contabilidad, al margen de algunos errores con los saldos y una hoja que Bárcenas manipuló. En esos papeles se apuntaban las entradas y salidas del dinero en billetes, que Bárcenas guardaba en una caja fuerte, en la sede del PP.
En el PP solo paga el pato Bárcenas: otros dos años de cárcel, que se suman a los 29 años de la condena de la Gürtel. Solo el tesorero del partido, y nadie más.
A la vista de esta sentencia, también se demuestra que el testigo M. Rajoy mintió ante el juez: porque negó que existiera esa caja B que ha quedado acreditada una vez más. Es la segunda vez que miente ante un juez, y no pasará nada, como en la anterior ocasión.
Qué diferencia entre este trato y el que ha recibido "el de las rastas" –como lo llaman desde la derecha–, Alberto Rodríguez: primero imputado, después procesado y más tarde condenado por una patada a un policía que solo el policía supuestamente agredido vio.
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