Era temprano. Todavía quedaban más de dos horas para que Conchi llegara a nuestra escalera. Así que preparé una cafetera, unas tostadas, cogí mi diario y me senté en la terraza, al fresco de la mañana.
y descubre la miseria moral de una derecha que soslaya los escándalos de sus gobiernos
e imparte lecciones de ética e integridad".