La semana pasada una pareja acusada de adulterio fue apedreada hasta la muerte, en un pueblo al norte de Afganistán, controlado por los talibanes.
Pero hay más personas que siguen amenazadas. En Irán todavía podemos parar las piedras de Sakineh Mohammadi, mujer de 43 años y madre de dos hijos, condenada a lapidación por adulterio.
Su vida sigue corriendo grave peligro, por eso te pedimos desde Amnistia Internacional que exijas a las autoridades iraníes que no ejecuten a Sakineh y que suspendan todas las ejecuciones por lapidación.