Es cierto que Bilbao ha mejorado mucho en cuanto a la atención de los motoristas que pululamos por la villa. Cierto. Pero el incremento del uso de las mismas no se ha correspondido proporcionalmente con el incremento de los aparcamientos para estos utilitarios de dos ruedas. Y creo que un motorista mas suele corresponderse a un coche menos. Merece la pena, además del transporte público, promocionar este medio de transporte que agiliza la comunicación interna en el botxo.