El Putin ruso no es comunista ni por asomo, y la América grande de Trump no es tampoco aquel país de las libertades del que tanto presumían.
Va camino de convertirse en una autocracia que impone la voluntad del presidente sobre todo, incluso sobre la justicia.
Ambos, Putin y Trump, son grandes colegas desde hace años, como hemos repetido algunos reiteradamente.
Y sus intereses no se dirigen prioritariamente al bienestar de sus ciudadanos.

martes, 27 de enero de 2015

Cuatro conclusiones tras las elecciones vecinas de Grecia.

1.-Anta la duda de si se puede o no se puede, la lectura es claramente afirmativa. Sí. Se puede.

2.-La socialdemocracia europea, entendida en plan "psoe y cia", si no reacciona y se reinventa, puede simplemente desaparecer.

3.-El peligro de los choques de populismos en Europa crece peligrosamente. La indignación y la falta de recursos lleva a mucha gente a tomar posturas mas extremas que, originadas por motivos similares, llevan a ideologías totalmente contrarias. Y Europa no tiene buenos recuerdos de los momentos en que ambos movimientos fueron mayoritarios.

4.-Si los partidos que gobiernan Europa: "centro-izquierdas", "centro derechas" y "nacionalistas-moderados" no entienden que lo que se está gestando en Europa va a salpicarles, directa y/o indirectamente, antes o después, si no comienzan de manera urgente y clara a contar con la gente y no solo con sus feligreses, si no crean cauces de participación ciudadana permanentes y no solo en periodos electorales, si no varían sus actitudes ante la corrupción y el clientelismo que les envuelve, no merecerán sobrevivir a esta periodo renovador.