El país de la cuna de la democracia, con un gobierno que "vende esperanza", de la de verdad, no la madrileña, que ha conseguido tanto apoyo popular, ha comenzado con dos decisiones que, inicialmente me sorprende, y que claramente lamento.
El pacto con la derecha recalcitrante, que le impedirá cumplir algunas de las promesas electorales, y la formación de un gobierno exclusivamente masculino no me han gustado nada, nada, nada. A estas alturas de la vida, no se puede hablar de Democracia sin mujeres