No hace falta ser de Podemos para darse cuenta el terror que está despertando en determinados sectores sociales e ideológicos los cambios sociales e ideológicos que se acercan por el sur de Europa.
No hace falta ser de Podemos para darse cuenta de que hace falta introducir algún elemento nuevo en la política que agite e introduzca cambios que renueven la forma de hacer política.
No hace falta ser de Podemos para alegrarse cuando ves ladrar a un perro acojonado.