El Putin ruso no es comunista ni por asomo, y la América grande de Trump no es tampoco aquel país de las libertades del que tanto presumían.
Va camino de convertirse en una autocracia que impone la voluntad del presidente sobre todo, incluso sobre la justicia.
Ambos, Putin y Trump, son grandes colegas desde hace años, como hemos repetido algunos reiteradamente.
Y sus intereses no se dirigen prioritariamente al bienestar de sus ciudadanos.

lunes, 26 de enero de 2015

Ladran, luego cabalgamos :

No hace falta ser de Podemos para darse cuenta el terror que está despertando en determinados sectores sociales e ideológicos los cambios sociales e ideológicos que se acercan por el sur de Europa.

No hace falta ser de Podemos para darse cuenta de que hace falta introducir algún elemento nuevo en la política que agite e introduzca cambios que renueven la forma de hacer política.

No hace falta ser de Podemos para alegrarse cuando ves ladrar a un perro acojonado.