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martes, 7 de agosto de 2018

La villa de Bilbao. Su historia. Cap. 07

Bilbao en el siglo XV
Historia y desarrollo económico-social

Seguimos en la Baja Edad Media y, en ella, no es posible entender la sociedad de este período, prescindiendo de la guerra de bandos y del enfrentamiento entre los linajes señoriales. Unos y otros caracterizan la vida de Vizcaya y, por consiguiente, de la Villa de Bilbao, durante los siglos XIV y XV.
En este capítulo vamos a centrarnos en dos bandos en concreto: los gamboínos (pro-navarros) y los oñacinos (pro-castellanos). La rivalidad empezó en Alava por enfrentamiento de dos familias y pronto pasó a Vizcaya y a todo el País Vasco.
Cada uno de estos bandos agrupaba un conjunto determinado de linajes y vamos a señalar los correspondientes a Vizcaya.
Vinculados a los oñacinos, estaban los Butrón, asentados en la margen derecha del Nervión desde Larrabezúa hasta Plencia y Gatica, y los Mújica, que dominaban en las comarcas de Guernica y Busturia.
Vinculados a los gamboínos, se contaban a los Abendaño, que ocupaban el valle de Arratia, y los Salazar, que dominaban la zona nordeste de las Encartaciones.
Las luchas fueron muy violentas y en ellas participaron muchas personas. Los más oprimidos eran, fundamentalmente, los campesinos y los pobladores de las Villas.


Así cuentan, que en 1.435 existieron dos alcaldes en la Villa de Bilbao, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo los dos bandos. Un alcalde era oñacino y otro era gamboíno. Y esta situación irregular duró hasta el año 1.445, año en que el rey de Castilla Juan II y XXII Señor de Vizcaya, desde 1.405 hasta 1.454, nombró un único alcalde, condenando a muerte a los cabecillas de ambos bandos.
Los líos entre gamboínos y oñacinos continuaron por algún tiempo y terminaron, con carácter general, durante el reinado de Enrique IV, el Impotente, y XXIII Señor de Vizcaya, desde 1.454 hasta 1.474. Este rey tuvo que desplazarse personalmente a esta región en 1.457, dirigiendo las Hermandades (agrupaciones de campesinos, habitantes de las Villas y algunos hidalgos opuestos a los Parientes Mayores), para pacificarla, destruyendo sus principales fortalezas y desterrando o confinando a muchos de los Pariente Mayores.
Así, en 1.468, el Concejo de Bilbao destruyó las casas que tenían en la Villa algunos banderizos. Entre ellos los Abendaño y los Basurto.
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En 1.452 se redactan de una manera completa los Fueros de Vizcaya, recogiendo fielmente los usos y las costumbres existentes. Era un ordenamiento jurídico completo, que hoy se conoce con el nombre del Fuero Viejo de Vizcaya, ya que en 1.526, se actualizó con el nombre de Fuero Nuevo de Vizcaya. Este texto fue confirmado en Valladolid, por el rey Carlos I, el 7 de Junio de 1.527, tal como lo hicieran con el Fuero Viejo sus antecesores: Enrique IV, Isabel la Católica, Fernando el Católico y Juana.
El Fuero de Vizcaya declara repetidamente la hidalguía de todos los vizcaínos. Esta declaración de hidalguía suponía, en la Edad Media, alcanzar el máximo respeto a la dignidad personal y comportaba notorias ventajas:
1.- El hidalgo está libre de impuestos.             2.- El servicio militar queda subordinado a unos condicionamientos, porque un hidalgo no puede ser alistado sino con un sueldo.             3.- A los vizcaínos, aunque resulten acusados de cualquier delito, no se les puede dar tormento ni amenaza de tormento.
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Y dentro del desarrollo económico-social, no podemos olvidarnos del Comercio.
Desde la Alta Edad Media comenzó a tomar carta de naturaleza dentro de la estructura económica del País Vasco, para convertirse, en la Baja Edad Media, en uno de sus componentes básicos que permitió, además de generar importantes rentas, el desarrollo del sector industrial.
Y sobre este Comercio, Bilbao tenía continuos conflictos con Burgos, ya que los grandes mercaderes burgaleses mantenían un auténtico monopolio sobre las sacas de lana. Y empezaron las disputas en torno al control del Consulado de Brujas. En 1.465, lo resolvió definitivamente Felipe el Bueno de Borgoña, cuando autorizó que burgaleses y bilbaínos pudieran mantener consulados separados. Bilbao se convirtió en la más firme oposición a Burgos.
Como medio de afirmar su autonomía, los bilbaínos, como veremos en el siguiente capítulo, crearían, en 1.511, el Consulado y Casa de contratación de Bilbao, escapando, así, a la jurisdicción del Consulado de Burgos, que se había fundado en 1.443.
Poco a poco, Bilbao se estaba convirtiendo en el principal puerto del País Vasco y del Cantábrico. Era un puerto seguro, que contaba con astilleros, que estaba respaldado por las minas de su entorno y que, a pesar de lo dicho, recibió el apoyo de Burgos, desde donde vislumbraron las posibilidades de Bilbao.
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En 1.475, los Reyes Católicos y XXIV Señores de Vizcaya (1.474 a 1.504), conceden a Bilbao el apelativo de Noble Villa. Y comienza a manifestarse una fuerte hostilidad de las anteiglesias vecinas hacia el pujante y privilegiado bastión de la burguesía que es Bilbao.
Expansión territorial
En este siglo se formó el Bilbao de las Siete Calles (está documentado que en 1.442 ya existían), excluidas las dos Rondas, la de arriba y la de abajo. Extramuros se distinguía Bilbao la Vieja, allende el río, el arrabal de Ibeni y el de San Nicolás.
Al Bilbao del siglo XIV hay que añadir cuatro calles más: las de Belosticalle, Carnicería, Barrencalle y Barrencalle Barrena. También hay que añadir varias Torres más (hasta 12 Torres), que permitieron la construcción de lienzos de muralla enlazándolas, por la falta de seguridad existente, al no cesar las revueltas internas ni las disputas entre los linajes de la Tierra Llana contra los de la Villa. Así se rodeó Bilbao de las Siete Calles, de una muralla que mantenía, además de los Portales de Ibeni y de Zamudio, otros cinco Portales más, que permitían comunicarse con el exterior.
Y hablando de Torres, el linaje de Bilbao la Vieja fue uno de los constructores de las Casas-Torre que se ubicaron en las dos orillas, junto con los de Marzana, Leguizamón, Basurto, Arbolancha, Zurbaran, Salinas, etc. Estos “jauntxus” apoyaron la fundación de la Villa.
Hacia 1.463, las Siete Calles se estaban quedando pequeñas. Los bilbaínos se quejaban del poco circuito de muros adentro, para la población que había en la Villa.
Veinte años más tarde, en 1.483, Bilbao conseguiría autorización para extenderse, en su primer ensanche, por las tierras bajas del Arenal y del arrabal de San Nicolás. La Reina Isabel daría permiso para ir derribando la muralla y se abrieron nuevos caminos desde el interior del recinto amurallado hacia los arenales del meandro de la ría y por sus rondas de muralla. Así podemos mencionar la Calle Real, que luego se llamaría calle de la Cruz; la calle Santiago, que luego se llamaría calle Correo (Fue en 1.821, cuando se ubicó en ella la primera oficina de Correos de Bilbao) y la calle Bidebarrieta, que, en euskera, significa nuevos caminos.
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Por su importancia, vamos a detallar el Bilbao de las Siete Calles Medievales.
Su núcleo, rodeado de murallas, torres y portales, estaba constituido por siete calles perpendiculares a la ría, que era por donde empezaban. Terminaban en o hacia el Portal de Zamudio, en las laderas de Begoña.
Somera.- Su nombre indica que era la calle de arriba. A su entrada la torre de Tristán de Leguizamón, y, a su final, próxima al Portal de Zamudio, la torre de Domingo Ortiz de Zornoza.
Artecalle.- Su nombre significa la del medio o la que media entre 2 puntos: La Ribera y el Portal de Zamudio. A su entrada la torre de Zubialdea, en donde se alojaron los reyes Fernando e Isabel, cuando vinieron a jurar los Fueros en 1.476 y 1.483, respectivamente.
Tendería.- También de Santiago. Unía el puerto con este templo. En ella se ubicaban pequeñas tiendas y talleres. A su entrada la torre de Juan de Arbolancha. En 1.483 y en el Portal de la calle Tendería, sobre la Ribera, juró Isabel la Católica los Fueros de Vizcaya, vestida de aldeana.
Belosticalle.- También llamada Pesquería, en alusión a las muchas pescaderías en ella instaladas. A su entrada la torre de Martín Sáez de Güemes.
Carnicería.- A su entrada las torres de Diego de Echévarri y Martín Pérez de Marquina. En esta calle se estableció el primer matadero de la Villa. Pasó a denominarse Carnicería Vieja, cuando se construyó el nuevo matadero en las proximidades del Portal de Zamudio.
Barrencalle.- Se refiere a la calle de abajo o del borde, aunque tras ella hay otra. En esta calle estuvo la torre de los Barrondo, en la que fue criada Juana de Aragón, hija natural de la bilbaína Toda de Larrea y de Fernando el Católico. Cuando, años después, la reina Isabel la Católica supo del asunto, ocurrido con motivo de la visita de Fernando para jurar los Fueros, envió al contador Quintana a recoger a la niña, que ingresó en un Convento y llegó a ser la abadesa del de Madrigal de las Altas Torres, en Ávila, localidad en la que nació la reina Isabel.
Barrencalle Barrena.- Se refiere a la calle que hay después de la calle de abajo o del borde. Esta calle, la última de las siete, estaba situada junto a la ría y separada de la misma por la muralla con sus varias torres de Pero de Novia, Martín Pérez de Arbolancha, Juan Pérez de Arbieto y Salazar.
Cerrando la muralla y en dirección al Portal de Zamudio, se encontraban las torres de Martín López de Zurbaran y de San Miguel o Larrínaga, esta última a la altura de los muros de la iglesia de Santiago.
Otros acontecimientos
-Religiosos:
En 1.433, el día 5 de Agosto, como ya hemos citado anteriormente, se celebró la primera misa en la iglesia de San Antón.
Debido a una Bula del Papa Sixto IV (1.471-1.484), se construyó la iglesia de los Santos Juanes (la tercera iglesia o parroquia de la Villa), para sepultura de los que morían en el hospital anexo, fundado en el siglo XIV, fuera de las murallas de la Villa, en el que encontraban cobijo los peregrinos del Camino costero de Santiago. Más información en la Ficha nº 3.
Hacia 1.498, se construye el Convento de San Francisco, a iniciativa de los franciscanos de San Mamés (santo niño mártir Mamés de Cesárea), con una iglesia aneja en donde se enterraron algunas de las principales familias de Bilbao. La construcción se autorizó por bula papal de 1.475. Ver información sobre las excavaciones que se están realizando en 2.007, en el Proyecto nº 5.
Hacia 1.490 y sobre la ermita ya existente, se construyó la cuarta parroquia de la Villa: San Nicolás de Bari. Más información en la Ficha nº 4.
-Civiles

En 1.450, se construyó el primer depósito de agua de la Villa “Alberca de Ibeni”. Su situación, entre las actuales calles de Ronda y Zabalbide.