Desde la Plaza de Federico Moyúa, tomando, a la izquierda, junto al Hotel Carlton, la Alameda de Recalde y alcanzando la Plaza de Arriquibar y la Alameda de Urquijo, podremos llegar a contemplar el edificio de La Alhóndiga municipal de vinos, obra del arquitecto Ricardo Bastida, entre los años 1.904 y 1.909. En la actualidad se encuentra en obras, ya que se está llevando a cabo un nuevo plan para este edificio, manteniendo su parte exterior y renovando su interior, según podemos leer en la Ficha nº 46, en donde ya comunicamos su apertura al público.
Podemos caminar unos 200 metros por la Alameda de Urquijo hasta la Plaza de Indautxu, y, tomando la calle Ercilla, calle muy comercial, volver a la Plaza de Moyúa, prolongando nuestro paseo unos 400 metros más.
En la Plaza de Indautxu, dividida en dos por la calle Gregorio de la Revilla, podemos ver en la calle Aretxabaleta nº 6, a la derecha de la calle anterior y en dirección a la calle Autonomía, uno de los edificios más bonitos y originales de Bilbao, construido en 1.929 por el arquitecto Adolfo Gil. Este edificio se conoce popularmente por el apelativo de "La casa de los aldeanos".
En su fachada podemos admirar 16 composiciones (4 por cada uno de los 4 primeros pisos, en la zona de los balcones), que comprenden varias figuras en sus diversas ocupaciones de la vida en el País Vasco. Su autor es el pintor alavés Jesús Arraiz, quien trasladó a la fachada del edificio el peculiar estilo de José Arrúe (Ver la Ficha nº 38), "La nueva Plaza de Indautxu".
