El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 14 de agosto de 2018

La villa de Bilbao. Su historia. Cap. 14

Bilbao en el siglo XX

Historia y desarrollo económico-social

Durante la primera parte del siglo XX y, concretamente, en los primeros veinte años, se vivió, en Bilbao y en Vizcaya, un gran apogeo económico.
En 1.901, se decidió la unión de los Bancos de Bilbao y del Comercio, quedando éste como filial de aquél. Esta fusión produjo ciertas agitaciones financieras, que dieron lugar a que, el 26 de Mayo de dicho año, se constituyera el Banco de Vizcaya.
Pero esto no fue todo. La estructura financiera se estaba transformando profundamente y llegó a haber, a la vez, 7 bancos diferentes, tras un insólito proceso de inversiones.
Sin embargo, la mayoría desapareció en 1.902, quedando sólo los dos bancos ya mencionados y el Crédito de la Unión Minera.
Recordamos, también, la creación de Altos Hornos de Vizcaya, S.A. en 1.902, exponente principal de la pujanza industrial que ha caracterizado a Vizcaya y pilar fundamental del proceso de industrialización del País Vasco. Fue fruto de la fusión de 3 fábricas: Altos Hornos de Vizcaya y Aceros, situada en Baracaldo, y La Iberia y La Vizcaya, ubicadas en Sestao.


Fuera del terreno económico y dentro del social, para guardar el orden de fechas, no podemos olvidar el día 11 de octubre de 1.903. Fue un día trágico para Bilbao. Se enfrentaron peregrinos que iban a Begoña y grupos anticlericales. Los primeros empujados por el decreto eclesiástico que nombraba a la Virgen de Begoña Patrona de Vizcaya. Los segundos que se habían concentrado en un mitin en la Plaza de Toros de la Villa, para analizar la situación de las minas. Acudieron más de 10.000 obreros.
A la salida del mitin, recorrieron varias calles de Bilbao en una gran manifestación, encontrándose, finalmente, con los peregrinos que estaban concentrados en San Nicolás como punto de partida. Corrió la sangre. Las diferencias ideológicas (algunos católicos gritaban “¡Viva Carlos VII!” y sus antagonistas “¡Viva la República!”) se dirimieron a tiros y abundaron las peleas con garrotes.
El caos se apoderó de Bilbao y el gobernador civil tuvo que dimitir por su ineficacia.
Volvemos al terreno económico.
En 1.906, se habían ya completado las obras fundamentales del Puerto exterior. Pero no bastaba. Eran imprescindibles otras instalaciones (nuevos muelles) que permitieran la explotación comercial del nuevo puerto, ante el temor de que se terminase el maná del hierro, por el agotamiento de las minas. Estas obras se inauguraron en la tarde del día 6 de setiembre de 1.906, con una ceremonia solemne, a la que asistieron los Reyes Alfonso XIII y Victoria de Battemberg.
Como dato curioso, queremos mencionar que los Reyes, por la mañana de dicho día 6, se trasladaron, por la ría, hasta Bilbao, desembarcando en la Salve y dirigiéndose, por el Campo Volantín y el Arenal, al palacio de la Diputación.
En Febrero de 1.907 se fundó la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao y, también el Monte de Piedad. El 18 de Enero de 1.921 se inauguró la Caja de Ahorros Vizcaína.
A este gran apogeo económico que se ha citado al principio, contribuyó la Primera Guerra Mundial, dada la postura de neutralidad que adoptó el Estado español. Los años 1.915-1.919 fueron los más espectaculares de la historia de la Villa. Ello motivó y potenció el despegue inicial de la industrialización en Vizcaya, que se va a concentrar en la Villa de Bilbao y su comarca.
Así, Bilbao verá crecer el volumen de sus negocios y el de las exportaciones (sobre todo venta de hierro a Inglaterra). Se desarrolla la industria naval y minera y, en consecuencia, sus astilleros. Las navieras, que son las compañías más beneficiadas, viven su edad de oro, principalmente por sus fletes que se situaron a precios insospechables. Los beneficios de la Banca son inmensos y el Mercado bursátil conocerá una euforia sin precedentes.
Con todo ello, las posibilidades de grandes negocios acuciaban y reinó la euforia entre las clases pudientes. Fue entonces cuando el champán recibió el nombre de “Agua de Bilbao”.
Pero también hay que hablar de huelgas. Del 12 al 18 de Setiembre de 1.911, Bilbao vivió un auténtico estado de sitio. Huelga de carreteros y estibadores de los muelles, carboneros y ferroviarios, etc. Se suspendieron las garantías constitucionales de los ciudadanos. La Policía, el Ejército y la Guardia civil tomaron la ciudad, sofocando, a golpe de sable, la acción de los piquetes de los huelguistas. El Teatro Arriaga fue elegido como cuartel general.
Se estaban terminando los primeros 20 años. Y a finales de 1.919 comenzó la más grave crisis bursátil que había vivido Bilbao. Tras años de euforia, todas las cotizaciones se derrumbaron en una caída que se prolongó hasta 1.923. Tal euforia empezó en 1.914, con la Primera Guerra Mundial. Los altos precios que, por su causa, se impusieron en Europa, propiciaron en Vizcaya un rápido crecimiento económico. Pero todo terminó en 1.919. Acabados los excepcionales precios, se volvió a la normalidad. Las más perjudicadas en el crack bursátil fueron las navieras.
Y en 1.925 tuvo lugar la quiebra, en forma fraudulenta, del Crédito de la Unión Minera, implicando de lleno a Bilbao y con conexiones en Madrid y en Burgos. Ya había suspendido pagos en 1.914, tras el inicio de la citada Primera Guerra Mundial.
Durante el período 1.930 a 1.940, la economía bilbaína entra en crisis y la Villa sufrirá un importante deterioro. Coincide con la implantación de la Segunda República española en 1.931 y con la rebelión militar del 18 de julio de 1.936, con la consiguiente contienda civil hasta 1.939.
Bilbao se mantuvo fiel a la causa republicana, ya que el Gobierno se comprometió en firme a aprobar el Estatuto de Autonomía y a enviar ayuda militar al frente vasco.
Por esos días, la aviación franquista sometía a Bilbao a intensos bombardeos y varios miles de niños fueron evacuados hacia Inglaterra, Bélgica y la Unión Soviética.
Por fin el Estatuto de Autonomía era aprobado el 1 de octubre de 1.936, por unas Cortes muy mermadas por la guerra, reunidas en Valencia. Tal Estatuto ya se sometió a referendum el 5 de noviembre de 1.933, con el resultado del 85,4% de los vascos a favor del mismo, pero tuvo que esperar hasta 1.936 para su aprobación definitiva.
Finalmente, las tropas franquistas se apoderaron de Bilbao, una vez bombardeado y destruido, merced a una traición, el llamado “Cinturón de Hierro” que rodeaba Bilbao, cuyos restos todavía pueden verse en los montes de la zona de Lezama. Era el fin de la territorialidad del primer Gobierno Vasco. Se inauguraba una larga posguerra para la Villa.
Viene, después, el período 1.940-1.960, que son años de altos beneficios. Ello permite olvidar los años 30 y vienen a la Villa cantidad de inmigrantes por la demanda de mano de obra. Bilbao se desarrolla por las dos márgenes de la ría, colmatando el territorio definido en la Carta-Puebla del 15 de Junio de 1.300, de don Diego López de Haro.
Y todo esto es posible, porque la guerra civil no destruyó el tejido productivo de Bilbao, que ocupó un lugar destacado en la economía española de la posguerra.
Dentro de este período, volvemos a hablar de huelgas. El día 1 de mayo de 1.947 se produjo la primera gran movilización antifranquista que afectó a Vizcaya y a Bilbao. La huelga fue seguida masivamente y pararon todos los grandes centros de producción. El día 8 de mayo las cosas se fueron apaciguando y los trabajadores tuvieron que pedir el reingreso en las fábricas. Posteriormente, el día 18 de julio, se anularon las sanciones, entre las que se hallaba la pérdida de antigüedad.
Posteriormente a 1.960, se ejecutan infraestructuras tales como: Aeropuerto, Superpuerto, Solución centro y Solución sur. Y en los años 1.970-1.975 otras infraestructuras como: la Autopista Bilbao-Behobia y la Refinería de Somorrostro.
El final del franquismo coincide con la crisis del petróleo y el sector siderúrgico perdía su competitividad. Se planteaba, ya, como solución ineludible, la reconversión industrial.
A las puertas del siglo XXI, la capital vizcaína apuesta decididamente por las nuevas tecnologías y por el sector de servicios. Y se afronta el difícil reto de transformar la sociedad industrial del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, en una ciudad de servicios, pero de calidad.
El paisaje urbano está ya sufriendo una gran metamorfosis. Y la conservación del Casco Viejo se complementa con la integración de proyectos de vanguardia, que tratan de convertir Bilbao en un gran centro cultural, social y de negocios que su propia vocación exige. Así tenemos: la ampliación del Aeropuerto, inaugurado el 15-11-2000 (Ver Ficha nº 25); la Estación Intermodal (Ver Ficha nº 36); el Museo Guggenheim, cuya primera piedra se colocó el 22-10-1.993 y fue inaugurado el 18-10-97 (Ver Ficha nº 20); el Palacio de la Música y de Congresos (Ver Ficha nº 22); el Superpuerto cuyo proyecto definitivo de ampliación fue adjudicado en Octubre de l.991 (Ver Proyecto nº 6) y el Metro cuyas obras se iniciaron, en su primera fase, en 1.988 y que ya está funcionando desde 1.995 (Ver Ficha nº 24).

Expansión territorial

Como ya se ha dicho oportunamente, Bilbao comienza su proceso de anexiones en 1.890 con Abando.Y hay que esperar hasta 1.924, para que se anexionen al Municipio bilbaíno, las Anteiglesias de Begoña y de Deusto. Precisamente, en 1.932, el puente levadizo de Deusto uniría el territorio de Abando con el de Deusto. La Plaza de la Salve era el punto en el que coincidía la línea divisoria de las Anteiglesias de Begoña y de Deusto.
También, en 1.924, se anexiona el barrio Luchana de Erandio.
De otra parte, la Ley de Casas baratas de 1.911, las Cooperativas y otros medios más o menos populares, van permitiendo el desarrollo de la ciudad, creándose barrios como los de Iralabarri (1.908-1.916), La Cruz (1.910), Torre Urízar (1.919), Ciudad Jardín (1.923) y Arabella (1.924).
Todo ello permite que Bilbao cuente, en 1.930, con 161.987 habitantes.
Un año antes, en 1.929, fracasó el intento de anexionar a los pueblos que están entre Deusto y El Abra. La idea, que alentaba el Alcalde de la Villa, Sr. Moyúa, era un Bilbao que llegara hasta el mar, por ambas márgenes.
Transcurridos los avatares de la Guerra Civil, la Villa acogió a miles de emigrantes llegados de distintas zonas del Estado, a los que tuvo que dar cobijo en los barrios que construyó al efecto.
En 1.945, se aprueba un Plan de Ordenación comarcal de Bilbao y se aporta una planificación urbana que se concreta, en la década de los 50, en los principales Proyectos de Urbanización (Deusto, Erandio, Zona Sur, etc.), que conformarán de forma casi irreversible a la Villa.
En este período, se cambia realmente la fisonomía de la ciudad. Se derriba un gran número de chalets construidos a principios de siglo, y se abre un camino a los primeros edificios de altura (Zabálburu, Albia, Banco de Vizcaya) que transformarán la imagen tradicional.
Paralelamente, tanto por el agotamiento del suelo como por la disposición del terreno, las nuevas edificaciones se cuelgan de las laderas del bocho.
En 1.954 se revisa la Ordenanza de la Construcción y se fijan Ordenanzas industriales. Y en esta década de los 50, surgirá el problema del chabolismo, que adquirirá magnitudes alarmantes al final de dicha década.
También en esta década de los 50 y, especialmente, de los 60, el área de Begoña experimenta su mayor crecimiento, consolidándose 3 barrios diferentes: Begoña (con edificaciones abiertas), Santutxu (el más populoso) y Bolueta (predominantemente industrial).
En 1.964 se aprueba la primera revisión del Plan de Ordenación de 1.945 y se siguen construyendo barrios como el de Otxarkoaga (inaugurado en 1.961 y cedido al Ayuntamiento en 1.963/64) y Txurdinaga (en la década de los 70).
En 1.966 se produce la anexión de Lujua, Sondika, Derio y Zamudio. Veinte años más tarde se fueron de la Villa.
Bilbao ha llegado al colapso y crecerá a costa de incontables aberraciones urbanísticas y de la progresiva degradación medio ambiental.
Demográficamente, el Gran Bilbao (área de influencia de la ría del Nervión, donde tuvo lugar el desarrollo industrial) cuenta, en la década de los 90, con 1.000.000 de habitantes. No así la Villa de Bilbao, que, según la renovación padronal llevada a cabo en 1.996, cuenta con 358.875 habitantes.
Una fecha para no olvidar, la del 26 de Agosto de 1.983. Bilbao sufre una de las inundaciones más dramáticas que se han conocido en la Villa. Hubo 9 muertos y 7 desaparecidos, además de grandes pérdidas. Las zonas más afectadas, como es lógico, las más próximas a la ría y, entre ellas, el Casco Viejo. Una vez más, Bilbao supo salir adelante con eficiencia.