en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

lunes, 22 de abril de 2019

Los debates entre candidatos. Por favor, respeto, sinceridad, mensajes claros y promesas creíbles.

Ante todos nosotros dos días de debate a cuatro muy importantes seguramente para que terminen de pronunciarse los numerosos indecisos que se presume todavía hay por la piel de toro.

Pero siendo estos importantes, también los escuchados y vistos hasta ahora lo han sido. Y me voy a referir solamente al último de los que he seguido: el de la noche del sábado en La Sexta con los siete partidos más importantes del arco parlamentario.

Aunque sin duda la ideología de cada uno pesa a la hora de considerar lo bien o mal que ha podido estar el representante del partido al que piense votar, voy a procurar hacer comentarios que no tengan que ver con lo que dicen, sino con cómo lo dicen.

El PP fue la representación más repugnante del antidebate. No dejaba hablar a sus contrarios. Interrumpiendo constantemente. Dando constantemente mensajes simples, y con frecuencia con mentiras insultantes e innecesarias provocando un pésimo ambiente entre los tertulianos.

El representante de Ciudadanos, mucho más respetuoso que el anterior, pero aun así con escasísima capacidad argumentativa y exceso de frases hechas, perdió claramente el round que le disputó a Aitor Esteban en el tema del Cupo demostrando poco conocimiento de la materia.

Aitor, PNV, está demostrando ser unos de los mejores oradores parlamentarios actuales, y con mensajes centrados y alejados de radicalismos estériles vende muy bien su producto a los votantes vascos de su entorno.

La de Junts per Catalunya se mostró novata en estos tablados, muy preocupada por que la nombrasen adecuadamente y con mensajes muy alejados del resto de participantes. Como en otra onda.

Rufián, ERC, parece haber recibido de su sede central un mensaje de reciclaje que, a pesar de su aspecto chulesco, trataba de vender dialogo y más dialogo para solucionar los conflictos, alejándose así de su hasta ahora compañera da viaje y queriendo transmitir un mensaje de volver al redil de las fuerzas progresistas del hemiciclo.

Unidas Podemos, con Garzón en su nombre, mostró templanza y un mensaje sólido y claro ante los insultos de una derecha mentirosa y manipuladora.

Felipe Sicilia, del PSOE, se mostró en la línea marcada por la campaña de su partido. Suave, tranquilo, sin alterarse, dialogante, la cara amable de la política, tal como previsiblemente hoy y mañana veamos a su Secretario General.