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lunes, 1 de abril de 2019

El Papa con Evole en La Sexta


Jordi Évole ha hecho historia al colarse en el Vaticano. Es uno de esos hitos que cualquier periodista del mundo querría firmar, pero la historia no siempre tiene el pulso trepidante de los desembarcos de Normandía, ni sus protagonistas, la locuacidad de Winston Churchill. La historia, a veces, no es más que el gesto y la constatación de estar allí.

Dijo Francisco que vive en un museo, por eso tiene mérito que escogiera un escenario tan anodino, que iba tan a tono con su prédica de Chiesa povera, pero no hacía justicia al éxtasis barroco de Bernini.

Évole convenció a Bergoglio de que se sentara con él prometiéndole una entrevista sobre los refugiados, que es la gran preocupación pública del Papa. Por eso empezó por ahí y parecía que se iba a quedar ahí, pero las preguntas sobre este asunto ocuparon solo 11 minutos del metraje. El entrevistador fue colando todos los temas que había que colar, aunque los más espinosos, como los abusos de la Iglesia, la homosexualidad o el aborto, entraron casi en la prórroga. 

Francisco sobre tres temas claves (feminismo, aborto y Franco) me volvió a decepcionar:-Admitió que se equivocó al decir que "el feminismo es machismo con faldas" y le matizó a Jordi Évole en 'Salvados' que la "frase justa" que debería haber pronunciado es "todo feminismo puede correr el riesgo de transformarse en un machismo con faldas". También dijo que "la Iglesia no puede ser Iglesia sin la mujer porque la Iglesia es mujer, es femenina, es la Iglesia, no el Iglesia". Pero hasta ahí. Ni un paso más.
-Y aunque señaló que "entendería" la "desesperación" de una chica que ha quedado embarazada en una violación, Bergoglio considera que, en el caso de que quisiera abortar, "no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema" ni tampoco "alquilar a un sicario" para hacerlo. -Sobre la exhumación de Franco, se calló y corto cualquier pregunta al respecto: "No tengo opinión. No me meto en eso".

En definitiva, la madre de Jordi, muy seguidora de Francisco y citada en la emisión, seguro que quedó encantada con el programa. Los que no estamos acostumbrados a ir a misa apagamos la tele un poco menos entusiasmados.