Ciertos nacionalistas vascos y los más radicales en particular,
a falta de motivos propios por los que tocar las narices,
importan conflictos ajenos,
a falta de motivos propios por los que tocar las narices,
importan conflictos ajenos,
bajo el pretexto de la solidaridad internacionalista,
y así poder continuar tensando la cuerda
y así poder continuar tensando la cuerda
allí por donde pasen o se acomoden.
Hoy les ha dado por los lazos,
y no contentos con llevarlos orgullosos en la solapa,
ante la indiferencia de la mayoría del personal,
y con el único objetivo de tensar indefinidamente la cuerda,
y con el único objetivo de tensar indefinidamente la cuerda,
han colocado en las ventanas a la calle de sus despachos
los susodichos simbolitos de la discordia.
Bien por la Presidenta del Parlamento,
que ha ordenado la limpieza de ventanales de un edificio
los susodichos simbolitos de la discordia.
Bien por la Presidenta del Parlamento,
que ha ordenado la limpieza de ventanales de un edificio
que es de toda la ciudadanía
y no solo de los grupos radicales.