Es el típico cartel que podría fotografiarse
en cualquier establecimiento de la España tradicional.
A mí personalmente me parece una tradición difícilmente entendible,
en la que unos confiesan participar porque les gusta tocar el tambor,
otros por simple tradición familiar, por tema religioso,
por pasearse con el cucurucho por las calles de su pueblo
por pasearse con el cucurucho por las calles de su pueblo
o por influencia de la cuadrilla.
Cada uno por lo que quiera.
Pero nadie me discutirá que la "tradición" es bastante anacrónica,
Cada uno por lo que quiera.
Pero nadie me discutirá que la "tradición" es bastante anacrónica,
poco defendible en sus formas desde la fe católica
y difícilmente entendible en la Europa laica.
y difícilmente entendible en la Europa laica.