Prometía ser una final de infarto y lo fue. La segunda vuelta de las elecciones en Perú entre el candidato de izquierda Pedro Castillo y la de derecha Keiko Fujimori ha estado muy reñida, con un margen disputado hasta el último voto. El ascenso de Castillo ha sido una sorpresa ... muy agradable.
Castillo puede convertirse en el primer presidente ajeno a las élites limeñas que han dominado la historia del país desde la época de la colonia. El candidato de origen humilde, con rasgos indígenas, llegó a su centro de votación en esa primera vuelta a lomos de un caballo y con un sombrero de paja.
Durante la campaña, no ha contado con el apoyo del poder económico ni de los medios de comunicación. Su ascenso ha sido posible gracias al voto del campo andino, que cuestiona el modelo económico neoliberal y el centralismo de Lima.