Una joven idealista y brillante de 17 años, ha de decidir qué carrera universitaria estudiará. O, al menos, eso
espera su familia que haga.
Sin embargo, la joven manifiesta que se siente cada vez más cerca de Dios y que se plantea abrazar la vida de monja de clausura.
La noticia pilla por sorpresa a toda la familia provocando un abismo y una prueba de fuego para todos.
Sin embargo, la joven manifiesta que se siente cada vez más cerca de Dios y que se plantea abrazar la vida de monja de clausura.
La noticia pilla por sorpresa a toda la familia provocando un abismo y una prueba de fuego para todos.
Los domingos interpela a la audiencia, sirve como espejo al público que verá reflejada su ideología en pantalla, sea cual sea su opción, y si atiende, verá que hay poderosas razones en todos lados.
Eso no quiere decir que Ruiz de Azúa no tenga su opinión:
“Me pregunto si hay que tolerarlo todo. No sé, espero que la película nos lleve a que se hable sobre los menores y la libertad religiosa. En defensa de esa libertad de los progenitores, ¿podemos enseñar religión a los niños en los colegios? ¿Por qué no esperar hasta los 18 años? Y dentro de cada familia, no en un centro educativo.”
Buena película con buena música y que abre un interesante debate.
“Me pregunto si hay que tolerarlo todo. No sé, espero que la película nos lleve a que se hable sobre los menores y la libertad religiosa. En defensa de esa libertad de los progenitores, ¿podemos enseñar religión a los niños en los colegios? ¿Por qué no esperar hasta los 18 años? Y dentro de cada familia, no en un centro educativo.”
Buena película con buena música y que abre un interesante debate.
