Una obra que pone el foco en lo que hacemos con las palabras y lo que las palabras hacen con nosotros y nosotras. El cuarteto interpretativo defiende sobre el escenario una obra que se ubica en un bar y muestra a personajes que, entre conversaciones e historias, reflejan realidades que invitan al público a reflexionar sobre cuestiones universales y a la vez particulares como pueden ser el amor o la tristeza.
Todo comienza cuando un camarero oye hablar a un cliente y le pide que hable con su esposa. Los personajes protagonistas son dos hombres que intercambian palabras y dos mujeres que intercambian mapas. Ninguno de ellos pisó aquel país que se llamaba Yugoslavia. El título alude a un lugar donde quizás se reunían personas que tenían en común haber nacido en un lugar que ya no existe.
Una obra muy bien interpretada pero que no llega a atrapar al espectador, de le que mucha gente sale con la impresión de no haber entendido lo que el autor nos ha querido transmitir.
Todo comienza cuando un camarero oye hablar a un cliente y le pide que hable con su esposa. Los personajes protagonistas son dos hombres que intercambian palabras y dos mujeres que intercambian mapas. Ninguno de ellos pisó aquel país que se llamaba Yugoslavia. El título alude a un lugar donde quizás se reunían personas que tenían en común haber nacido en un lugar que ya no existe.
Una obra muy bien interpretada pero que no llega a atrapar al espectador, de le que mucha gente sale con la impresión de no haber entendido lo que el autor nos ha querido transmitir.