Ballyfermot, Irlanda, 1960. Una dura comunidad de las afueras de Dublín sigue su propio ritmo, arraigado en tradiciones de lealtad, fe y unión.
Las mujeres de Ballyfermot sólo tienen un sueño tentador para saborear la libertad y escapar de la vida doméstica: peregrinar a la sagrada ciudad francesa de Lourdes.
Y con un poco de interferencia benévola de su descarado y rebelde sacerdote, las íntimas amigas Lily, Eileen, Dolly y Sheila son las 'afortunadas' en ganar el billete de su vida en la alborotada noche de la rifa local.
Es es una propuesta amable y bienintencionada, un filme que pide piedad y un poco de indulgencia.
Si se lo concedes, te devolverá compasión y buenos sentimientos a manos llenas. Además, poco importa que la película sea previsible y de un mensaje inequívocamente conservador. Si Jesucristo le dijo a Pedro eso de "sobre esta piedra edificaré mi iglesia", sobre estas tres actrices podría construirse un imperio cinematográfico.
