El alto, el fuego en Gaza, que de momento parece estarse manteniendo no tiene detrás un proceso ni mecanismos para prevenir ataques y avances, israelíes, ni para forzar al ejército israelí a retirarse.
Mientras Trump habla del éxito del plan de paz, los israelíes mantienen los dedos en los gatillos de armas que siguen apuntadas a la población civil de Gaza. (martin.gak)

jueves, 2 de octubre de 2025

No se puede soportar más bombardeos y hambre.
Pero que el acuerdo no se convierta en un cheque en blanco para Netanyahu. No olvidaremos lo que ha hecho.

El cese de hostilidades que Trump y Netanyahu plantean no tiene horizonte político alguno. 
Sin Estado palestino —rechazado este martes expresamente por enésima vez por el primer ministro israelí— y bajo una tutela extranjera supervisada por Estados Unidos e Israel, se establece un futuro de sometimiento.
La Autoridad Nacional Palestina, la legítima representante de los palestinos y que debería recuperar legalmente el control de la Franja según 
los Acuerdos de Oslo, queda arrinconada.
Y, además, todo queda condicionado a las reformas que imponga Israel.
Hamás debe estar fuera de cualquier ecuación sobre el porvenir de Gaza y de los palestinos. Pero ni Palestina es Hamás ni los palestinos son automáticamente miembros de la milicia islamista, falacia en la que Netanyahu se ha apoyado para aplicar a la población inocente de Gaza un castigo colectivo que ha despreciado el derecho humanitario y horrorizado al mundo.
Lo preocupante es que el plan consagra las raíces del conflicto con la consolidación de la ocupación, la negación del Estado palestino, la expansión de colonias y la ausencia de un marco basado en la legalidad internacional.
La posibilidad de establecer una especie de protectorado presidido por Trump por encima de la legalidad internacional no merece ser considerada.
También habría que vigilar que el acuerdo no se convierta en un cheque en blanco para Netanyahu
Los culpables de esta barbarie tendrán que pagar por ello. Nadie olvidará lo que han hecho.

Pero Gaza no puede soportar bombardeos y hambre un día más.