¿Abortar? A otro lado
¿Eres feminista? A Teherán.
Hay que detenerse en esa frase, porque es una especie de sagradas escrituras de los pelagatos que el ayusismo fomenta en redes sociales y entre sus propias filas.
¿No estás en contra de la inmigración? Mételos en tu casa.
¿Te metes con la religión? Pero con Mahoma no te atreves.
¿No te gusta el capitalismo? Vete a Venezuela
¿Eres feminista? Vete a Teherán.
Te están mandando a todas partes.
Yo no veo tampoco que el transporte público funcione tan bien
como para estar moviendo a tanta gente.
Son frases que definen un estado muy concreto
que no busca el debate sino el silencio.
Al final lo que se dice es:
“El problema es tuyo, no mío”.
Cuando alguien dice “váyanse a otro lado”,
lo que realmente está diciendo es:
“Aquí solo cabemos los que obedecen”.
El problema es a qué se obedece:
a que otros te digan lo que hacer con tu cuerpo
y con tu vida. Y mandarte de viaje.
Para estar en contra de la inmigración
no paran de mover gente.
"Váyanse a otro lado a abortar". no paran de mover gente.
Hay que detenerse en esa frase, porque es una especie de sagradas escrituras de los pelagatos que el ayusismo fomenta en redes sociales y entre sus propias filas.
¿No estás en contra de la inmigración? Mételos en tu casa.
¿Te metes con la religión? Pero con Mahoma no te atreves.
¿No te gusta el capitalismo? Vete a Venezuela
¿Eres feminista? Vete a Teherán.
Te están mandando a todas partes.
Yo no veo tampoco que el transporte público funcione tan bien
como para estar moviendo a tanta gente.
Son frases que definen un estado muy concreto
que no busca el debate sino el silencio.
Al final lo que se dice es:
“El problema es tuyo, no mío”.
Cuando alguien dice “váyanse a otro lado”,
lo que realmente está diciendo es:
“Aquí solo cabemos los que obedecen”.
El problema es a qué se obedece:
a que otros te digan lo que hacer con tu cuerpo
y con tu vida. Y mandarte de viaje.