El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

sábado, 26 de marzo de 2016

Bruselas, capital de una Europa que no queremos perder

Foto y texto recogido de www.kamaraka.com
La sangría de jóvenes europeos que se incorporan a las filas de ISIS y grupos similares, debería animar no  tanto a incrementar controles, a militarizar la vida civil, a iniciar guerras santas contra no se sabe bien quién, como a pensar en qué Europa hemos construido y cuál queremos que sea. No se trata de autoinculparse, sino de fortalecer todos aquellos valores a los que Europa siempre ha aspirado. La democracia, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad no pueden sucumbir a las amenazas externas, ni internas -Hitler fue europeo,  pero hasta hace bien poco, nos avergonzábamos de él y condenábamos lo que hizo- y así terminar con lo que queremos que sea Europa. Cerrar las fronteras a los refugiados, esto es, cargarse de un plumazo todos los acuerdos internacionales de solidaridad, es una demostración de esta renuncia que, por desgracia, jamás nos librará del fanatismo externo e interno, pero que ya nos convierte en menos Europa de lo que éramos ayer.